Ginkakuji y Kiyomizu // Me disfrazo de Maiko

Hoy me he separado del grupo. Mis meloncios se han ido a Nara y a al pasillo de Inari que está lleno de puertas torii. Cuatro kilómetros de "pasillo". Han llegado muertos.

Por mi parte, yo quería probar a vestirme de Maiko y hacerme una sesión de fotos. Es algo que me apetecía y ha sido muy curioso. Yo no estoy acostumbrada a maquillarme, así que para mí fue toda una experiiencia que me pusieran tantísimas cosas. Un rato de maquillaje, otro de elegir kimono y después a posar para las fotos. De haber tenido gente, existía la posibilidad de que me hiciesen fotos y vídeos con cámara propia, pero como no era el caso, me tuve  que conformar con las que me hicieron ellos (ocho en papel y 20 en CD). Cuando pueda subiré alguna.
Tras acabar, pensaba dirigirme a Gion (que estaba a una parada) pero como allí puedo ir a cualquier hora, decidí cambiar de idea y visitar el templo Kiyomizu.

En el templo había un hombre que pintaba imágenes desde las maravillosas vistas de la zona alta del templo (con kioto a nuestros pies). Iba a decirle algo, pero justo intercepté a un grupo de japoneses y gente indeterminada que hablaban sobre el catalán. Me presenté y resulta que los japoneses estaban practicando para aprender inglés y se habían ofrecido a hacer de guías. Me adoptaron y estuvimos charlando un rato. Español, inglés y japonés. Toma mezcla. Nos fueron explicando algunas cosas, luego se hicieron una foto con nosotros (es la segunda vez que estoy en fotos con japoneses, a Regar también le pidieron, parece cosa de deberes de clase).

El caso es que después decidí ir al Ginkakuji, el pabellón  de plata. Aunque realmente no llegó a recubrirse de plata, a diferencia del dorado, que sí tiene oro. Pero no importa, era precioso. Y los jardines que lo rodeaban me encantaron.

Me encantó ir caminando rodeada de naturaleza, agua y escaleras de piedra. Precioso. Durante el recorrido me acoplé a una pareja de cincuentones y estuvimos charlando. Si es que no se me puede dejar sola, siempre acabo encontrando gente.

El resumen que sigue (muero de sueño) es regresar a la estación, visitar una pequeña exposición cultural de tradiciones de Kioto  y al hostal. Mañana contaré más, que se me cierran los ojos.