No sé qué he estado toqueteando en el blog, que se había vuelto idiota y salen cosas raras. A lo que iba. Retomo la historia por donde me quedé la última vez. El día 17.
Mis meloncios habían decidido ir a Tsukiji, la mayor lonja de pescado del mundo. A mí no me llamaba la atención y estaba cansada, así que me quedé durmiendo mientras ellos iban a probar cosas raras.
Quedamos en Shibuya, junto a la estatua de Hachiko. Es una estatua pequeña, pero había que verla, que es famosa XD.
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Hachikooooo |
Pues nada, allí que nos vimos los cuatro. Estuvimos en el famoso cruce que va al edificio 109, lleno de ropa fashion y esas cosas.
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Todo lleno de ropa y dependientas a la última |
Esta gente vio el 109 y ya se aburrió. Pero yo estaba allí y quería perderme entre tiendas. No es que me guste comprar, pero me encanta cuando son sitios raros con cosas extravagantes. Como en Japón.
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No puedes decir que no a un sitio lleno de carteles que te llaman |
El caso es que Shibuya era demasiado pijo y ñoño para mí, así que mientras esta gente se iba al parque Yoyogi, yo vagabundeé por ahí y me perdí entre las calles de Harajuku, que es donde está la ropa raruna. Pillé cosas góticas o simplemente "peculiares". Mi idea era acercarme después a otros sitios, pero se me hizo de noche y tocó volver a casa. Sí, no es un día apasionante. Fue un día de compras. Consumismo puro y duro, sí.
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