martes, 28 de mayo de 2013

Vuelta a España... oooooooh...

Mañana del martes. Maletas preparadas y a arrastrarlas hasta el metro de Tokio. De allí, al aeropuerto de Narita. Afortunadamente no tuvimos que esperar mucho tiempo para embarcar, de hecho tuvimos que apresurarnos para comprar los últimos dulces.
En la tienda del aeropuerto, una dependienta muy adorable reconoció mi camiseta de In Flames y se emocionó muchísimo. Lo último que te esperas hacer en Japón, acabar hablando de In Flames con una dependienta japonesa bajita y con cara de adorabilidad absoluta.

Embarcamos y yo tenía dos asientos libres a mi lado, ya que cambié el asiento el día antes para pillar pasillo y poder salir a moverme sin que se tuviesen que levantar todos los que hay a mi lado. Pero por eso mismo decidí tumbarme en los asientos, con la almohada y la manta que te dan... buah. Me pasé las 13 horas del viaje durmiendo. Solo me despertaba cuando me traían la comida. De Roma a Barcelona igual y eso que allí iba sentada.

Luego estos pobres iban muertos en el nitbus que nos llevaba del aeropuerto de BCN a la propia ciudad (un nitbus suicida, por cierto). Yo estaba fresca como una rosa. Y aún así, luego dormí desde la una de la madrugada hasta las nueve. Y porque había que levantarse para ver cosas por Barcelona. Visita rápida para enseñarle a Regar la catedral, el paseo marítimo y las ramblas. Y luego el ave a Sevilla. Donde adivinad qué, Me dormí.

Y ahora, sin embargo, me levanto a las siete de la mañana y a las once de la noche tengo sueño. Soy un caso.

Os dejo con algunas fotos a modo de despedida. Espero que os haya gustado la crónica y ya sabéis, para lo demás, estoy en ilunumaid.blogspot.com

Irradiando felicidad en el museo
Nada más llegar a Miyajima

Tengo que poner fotos de los ciervos de Miyajima, una vez edite y quite a gente que no quiere aparecer.


Y la de Kioto, que molaba mucho.
Con el Kinkakuji de fondo, en Kioto.
Y en el festival Sanja Matsuri...

Atención a cómo se le pegaba el hombre a Regargojana...




Una tienda que me marcó, en Kioto.

Atención al pseudotraje flamenco recargado...

Y como no podía ser de otra manera, en mi blog tenemos que acabar con carpas.

Nos ayudan a sobrellevar los terremotos, sí.

Y aquí la prueba de que en realidad son engendros malignos...

Carpas en el estanque. Atentos al trío cantor/succionador/algo horrible

El resto de fotos tengo que editarlas y supongo que ya las pondré directamente por fb. Ha sido un placer, meloncios.
Y por supuesto, pienso regresar. Algún día...

lunes, 27 de mayo de 2013

El día en que el grupo se dispersó

Como a la mañana siguiente nos íbamos, decidimos pillar un pase de metro ilimitado y ver todo lo posible.
Flash fue abducido en el primer par de minutos. Yo acompañé a los otros dos a la estación, donde aunque en principio pensé que no me acoplaba porque quería ir al museo edo, al final me lo repensé. Pero oh, habían sido abducidos también. Y encima para ir al museo tenía que pillar otra línea y yo había sacado el paso solo para la del metro de Tokio (tienen dos compañías diferentes, además de los trenes de JR). Total, que hablé con el chico y se lo expliqué, me devolvió el dinero del primer pase y me pillé el segundo. Para estas cosas es cuando agradezco entenderme medianamente en japonés.

Total, que para el museo que me largo.

Antes de entrar al museo.


Allí una guía muy amable me explicó a mí y a un par de chicas de Singapur todas las cosas del museo, en inglés. Lo que hizo la visita aún más interesante.

Tras cruzar una réplica del Nihonbashi original (el puente), podía ver este edificio de teatro kabuki.



Había reconstrucciones a tamaño real de casas de la época, talleres (arriba), librerías, etc.

Bonito, ¿eh?


Pasamos también por una zona en la que nos explicaron el rol de cada uno de los personajes que aparecían en el teatro Kabuki.

Como Anye se queja de que en las fotos no salgo, pues ahí va una en la que se me ve.

Soy el ente de la derecha. ¿No cuela?

Vale, ahora sí. No entiendo por qué os ilusiona tanto verme...

Seguimos la visita, donde había maquetas que reflejaban todo tipo de edificios, así como la distribución de la población en aquella época. Luego seguimos con el recorrido y fuimos avanzando a épocas más modernas.





Una de las cosas que más me gustaron fue una casa tradicional, en la que te enseñaban a hacer movimientos de abanico. No pude sacar fotos porque estaba demasiado ocupada intentando aprender esa "danza" sin lanzar el abanico al otro extremo de la estancia. La verdad es que eran muy majas las chicas que trabajaban allí.
Luego volví a dar una vuelta por la parte tradicional y fue el momento de pensar en ir abandonando el lugar.

Y para despedirnos, un Kumade de lado, que no me apetece ponerlo bien.

Pillé el metro y me fui a la otra punta, a Harajuku. ¿Mi propósito? Sweet Paradise, un restaurante en el que por un precio fijo podías comer todo lo que quisieras de dulces, helados, bebidas... también había comida normal, pero eso a mí me importaba bien poco.

Las probé prácticamente todas XD

Con estas ya no pude, mi estómago es limitado T_T

Así que nada, tras disfrutar de estas delicias, a la calle de nuevo, con intención de ir al parque Yoyogi. Aunque ya era muy tarde y se puso a llover, por lo que deduje que la gente vestida de forma rara ya se había largado, por lo que yo hice lo propio.

Harajuku de nuevo, donde la gente además de ayudarte a encontrar los sitios, posa para ti. Más majas que eran estas chiquillas...

Pedir a la gente hacerles fotos solía dar muy buen resultado. Por ejemplo, en Asakusa había un perro adorable (pondré fotos cuando las tenga) y aunque le podríamos haber hecho fotos, yo preferí preguntar a la dueña si podía. La mujer, muy amable, hasta abrió una bolsita de golosinas caninas para que se las diese, era una ricura el perrillo.

Esto me lleva a enlazar con el hecho de que a los japoneses les hace mucha ilusión que les hables en su lengua. Siempre empezaban a preguntarme de dónde era, cómo es que sabía japonés si no vivía allí, etc. Eran encantadores.

En fin, mi idea era ir al edificio del gobierno metropolitano, que ofrecía unas vistas geniales y gratis, pero estaba cansada y con la lluvia no tenía ganas de nada. Así que dediqué un poco más de tiempo a Harajuku, para ver las tiendas que me dejé la vez anterior.

No podía faltar repipi armario, cadena de ropa que siempre nos arrancaba una sonrisa.

Impactante lugar con trajes de lo más horteras. Por dentro era aún peor...

Y tocaba volver a casa. Allí me encontré con Regargojana y Jan, que habían estado en la Tokyo Tower, en la bahía, en algún templo y en el observatorio. Más tarde llego Flash, el abducido. Que básicamente había hecho el mismo recorrido que ellos pero sin encontrarse.

Acababa así nuestro último día en el país, pues a las nueve de la mañana había que estar dirigiéndose al aeropuerto.

Pero esto no acaba aquí. Mañana contaré cómo fue el viaje de regreso... y pondré fotos. Muchas más fotos. Y algún vídeo, si estos me dejan.

Os enseñaré el río Sumida, el lugar en el que nos alojábamos y hasta mi disputa con el ciervo adorable de Miyajima. Seguro que os gusta ^^

sábado, 25 de mayo de 2013

¡Sanja Matsuri!

Alojándonos en Asakusa, bien cerca del templo, tuvimos la oportunidad de ver un festival. Estaba todo lleno de gente y como soy vaga, el Sanja Matsuri consiste en esto: http://en.wikipedia.org/wiki/Sanja_Matsuri

Aquí dejo alguna fotos del festival, en el que diversos grupos llevaban sus Mikoshi (así se llaman esos minisantuarios raros) mientras van ataviados con vestimentas tradicionales. Van zarandeándolos y cantando, para atraer la suerte de los dioses.




Había un centenar de Mikoshi, aunque todos eran muy parecidos, con el fénix en la parte superior, los Torii y demás.

Aquí un grupillo tocando mientras desfilaban
Mini Mikoshi. Los niños pequeños también cargaban algunos, ayudados por los adultos.


La verdad es que fue muy interesante el festival. Os dejo un vídeo muy corto para ver el ambiente. Pasaba un Mikoshi tras otro, era un no parar. Y estos que se ven aún estaban tranquilos, otros se emocionaban con esto del zarandeo XD


En medio de todo ese ambiente festivo, el lugar estaba repleto de puestos de comida y dulces. Pillamos pollo frito en un puesto y luego me fui a otro en el que vendían plátanos cubiertos de chocolate. Estaban muy ricos.


También pillé las típicas bolitas de mochi (o algo que se le parece) de tres colores. Dango, se llama.

Aprovechamos para ver algunas cosillas del Sensoji que no estaban invadidas por la procesión de Mikoshi.

Fuente del dragón con indicaciones de uso. Para purificarte y que la gente te entregue mil euros.

Posando de forma idiota frente a un pequeño templito


Tras comer nos fuimos a los jardines del Korakuen. Menos mal que mi japonés me permitía usar palabras como parque y jardines, porque al primer grupo que pregunté me quería mandar a Korakuen... pero a la estación de metro. Nooooo.

El caso es que llegamos, aunque fue una pena que estuviese en obras y tener poco tiempo para disfrutarlo.

Lago del Korakuen

Internándonos en el Korakuen...uuuuuuh...


Había partes de césped con laguito, escaleras de piedra empinada que llevaban a un templo (en obras ¬¬) y algunas zonas en las que parecía que te habías perdido en medio de la naturaleza. Uno de los caminos cortados desembocaba en una especie de altar de piedra (que eran los resto de qué sé yo) y decidí que era un buen lugar para realizar invocaciones de RPG.

¡Ven a mí, espíritu de la ameba cósmica!

Finalizamos la visita a los jardines y justo al lado estaba el estadio Tokyo Dome. Se estaba celebrando un partido de algo. Y junto al estadio, un parque de atracciones pequeñito. La entrada era gratuita, pero para cada atracción tenías que pagar. Podías sacarte un pase para montarte las veces que quisieras (como en un parque temático convencional) pero no interesaba, pues la atracción que más nos gustaba (la montaña rusa) no funcionaba.

Sí, pasaba por medio de un edificio y de la propia noria.

Estando allí discutiendo sobre qué hacer, unos buenos señores se nos acercaron y nos entregaron tickets de descuento y de pase gratis para la noria, así que Regargojana y yo nos dimos un paseo.

Tras ello, bajamos a buscar algo para cenar y de paso recorrimos algunas tiendas. Como una de Jump, llena de cosas de One Piece, Naruto y cosas de esas.

Entrada a la tienda Jump

Tienda Rilakkuma, dedicada a Wah (la foto, no la tienda, claro).

Así que nada, nos dimos unas vueltecillas por ahí y nos fuimos a cenar a un sitio de yakisoba, donde yo tomé la cena más barata de toda mi estancia en Japón. Un bol de arroz y otro de sopa miso por 160 yenes.

Y para despedirme, una máquina expendedora informática y con una marca llamada "sinvino". Tuvimos que tomar instantánea del momento.

Java Tea. Sin vino, of course. 2x1 en WTF

Pues nada, este fue nuestro penúltimo día entero en Tokio. Mañana crónica de cómo fue el último y posteriormente, el viaje de vuelta. Y luego entradas con fotos varias que he ido recopilando estos días, de momentos sueltos de todo el viaje.


Hachiko y Shibuya

No sé qué he estado toqueteando en el blog, que se había vuelto idiota y salen cosas raras. A lo que iba. Retomo la historia por donde me quedé la última vez. El día 17.
Mis meloncios habían decidido ir a Tsukiji, la mayor lonja de pescado del mundo. A mí no me llamaba la atención y estaba cansada, así que me quedé durmiendo mientras ellos iban a probar cosas raras.

Quedamos en Shibuya, junto a la estatua de Hachiko. Es una estatua pequeña, pero había que verla, que es famosa XD.

Hachikooooo












Pues nada, allí que nos vimos los cuatro. Estuvimos en el famoso cruce que va al edificio 109, lleno de ropa fashion y esas cosas.

Todo lleno de ropa y dependientas a la última
Esta gente vio el 109 y ya se aburrió. Pero yo estaba allí y quería perderme entre tiendas. No es que me guste comprar, pero me encanta cuando son sitios raros con cosas extravagantes. Como en Japón.

No puedes decir que no a un sitio lleno de carteles que te llaman
El caso es que Shibuya era demasiado pijo y ñoño para mí, así que mientras esta gente se iba al parque Yoyogi, yo vagabundeé por ahí y me perdí entre las calles de Harajuku, que es donde está la ropa raruna. Pillé cosas góticas o simplemente "peculiares". Mi idea era acercarme después a otros sitios, pero se me hizo de noche y tocó volver a casa. Sí, no es un día apasionante. Fue un día de compras. Consumismo puro y duro, sí.

miércoles, 22 de mayo de 2013

¡Yey! (Y una foto de Maiko, que lo prometí).

He vuelto a casa. Los últimos días fueron ajetreados y no pude actualizar. Pero la parte bueno esa que tengo algunas fotos. Más tarde retomaré el blog por el lugar en que lo dejé y esas cosillas.

Ah, prometí foto vestida de Maiko, así que aquí va.






Dos por uno, así de buena persona soy.

jueves, 16 de mayo de 2013

Akihabara y el consumismo.

Ayer decidí pasar de ir al museo nacional (ya estuve por el parque Ueno hace poco) y regresé a Akihabara, que con estos no pude ver gran cosa.
Fue un día de compras, compras y más compras. Volví cargadísima.
Imágenes sacadas de internet.

Primero fui a este sitio:

Sex shop gigante. Pero en la planta de arriba había cosplay. Si te hacías una foto para la tienda, te descontaban un 20%. Adivinad quién está allí vestida de colegiala XD

Después estuve por miles de tiendas diferentes. Entré en un pachinko de Evangelion, tiendas de libros (me compré un artbook de Code Geass tirado de precio) y figuras varias, llaveros, buah, de todo. Hasta una cámara de fotos Canon de segunda mano, me salió baratísima y estaba como nueva.

Algunas de las figuras que compré (sacadas de internet, no tengo tiempo de hacer fotos).

Lelouch, 30 cm., articulable y con ropa de tela que se le puede quitar. Mucha gente he visto que le pone  ropas ridículas y hace fotos con posturitas XD

Accelerator
Asato, del juego "Lamento". Un juego yaoi, sí.

Aprovecho para decir que me compré un juego yaoi para ps2 del qe no me enteraré de nada. Pero costaba menos de un euro al cambio.

Llaveritos de Tales of. Me pillé unos cuantos.

Minifiguras de Code Geass con sonidos

Y una figura parecida a esta, de unos 12-15 cm, de segunda mano... por menos de un euro.

Total, que volví cargada de bolsas. Espero que ahora en Shibuya no me dé otro ataque de consumismo con la ropa, que mi maleta es limitada XD

Fotos de Asakusa/Akihabara (las que no puse el otro día, vamos)

He dormido demasiado, porque no quería ir a la lonja de pescado de Japón. Será enooooorme y molona, pero no me llama la atención (y odio el olor a pescado XD). Así que me he quedado y dentro de un par de horas tengo que estar en la estatua de Hachiko para encontrarme con ellos. Se supone que yo iba a ir antes a Shibuya, pero entre descansar, ducharme y demás se me ha hecho tarde y si salgo ya solo me va a dar tiempo a ver un par de tiendas más. Prefiero actualizar, descansar un poco más mis piernas y salir en un rato.

Bueno, fotillos.
No me apetece ordenarlas, que no quiero pasarme el viaje dedicándole tiempo a esas cosas del blog XD

Akihabara y una de las maids que publicitaban sus locales

Recreativas y la tienda en la que compré ayer una cámara de fotos

Entrada al templo de Asakusa, el Sensoji

Calle de tiendas que lleva al templo en sí

Más interior del templo de Asakusa, con personas y cachos de cielo azul

Entrando a la zona del palacio imperial, un tanto "meh"

¡Un perro adorable en cochecito! Le pregunté a la dueña si le podía sacar una foto y hasta apartó el carro para que pudiésemos hacer la foto bien

Subiendo a un pseudomirador, sin ser consciente de que me fotografiaban. Buscando sombra para no quemarme, cual cutre humana de piel cadavérica

¡Akihabara! Esta tienda me enamoró, figuras de segunda mano a precios estupendos. Y llaveritos y cosas por menos de lo que aquí serían cinco céntimos

Y para casa. La torre que está cerca de nuestro hostal

Hala, luego más. Que aún tengo que contar el día de ayer.